«Queridos... Por ahora, lo único que tengo que decir sobre el Coronavirus es esto:
No juzguemos con demasiada dureza a las personas por cómo están reaccionando a esta situación.Puede ser el caso que las personas reaccionen de forma exagerada, o puede ser que estén reaccionando de manera insuficiente... No es mi derecho juzgar eso.
No tengo todas las respuestas y no puedo ver el futuro, no más que nadie.
Pero sí sé que cuando añado mi critica a la conversación, esto solo aumenta la histeria de una manera exagerada, y sobre todo, no es bondadoso.
Si crees que alguien está exagerando, solo trata de recordar que otra palabra para "reacción exagerada" es "miedo".
Intenta ser compasivo, no despectivo.
No todos compartimos los mismos miedos, pero sí todos sabemos cómo se siente el miedo, y es una sensación terrible.
No le desearía miedo a nadie, y sé que mucha gente está realmente asustada en este momento.
No tengo forma de saber cuántas personas sufrirán físicamente este virus, pero sí sé que millones de personas ya lo padecen emocionalmente, y esas personas necesitan amor, no desprecio.
Esas personas también son mis hermanos y hermanas.
Permítete nunca olvidar tu compasión debido a su ansiedad, en lugar de decirles cómo deberían o no sentirse.
Y permítete mostrar también una gran medida de misericordia por las personas en todo el mundo que dirigen instituciones, escuelas, gobiernos y empresas en este momento. Esas personas se enfrentan a la tarea sumamente poco envidiable de tratar de descubrir cómo responder a esta crisis de manera responsable. No hay libro de jugadas o de instrucciones.
Cometerán errores. Reaccionarán en exceso; reaccionarán bajo presión. Son seres humanos en un dilema imposible. No quisiera ser la persona que enfrenta decisiones tan masivas e impactantes en este momento.
- Permítete mostrar compasión por ellos.
- Permítete mostrar compasión a todos.
- Y permítete nunca dejar de preguntar: "¿Cómo puedo ayudar?"»