Foto de JC Knipe
Fabula: El León y las Hienas
En lo más profundo de la selva, reinaba un majestuoso león que durante muchos años había sido el indiscutible rey de la región. Con su poderío y astucia, cazaba con facilidad y protegía a su manada de cualquier amenaza. Pero, con el paso del tiempo, el león comenzó a notar que ya no tenía la misma agilidad y fuerza que antes. Cazar se volvía un desafío y defender su territorio se tornaba cada vez más difícil.
Un día, mientras deambulaba por la selva, el león se encontró rodeado por un grupo de hienas hambrientas y maliciosas. Intentó rugir y mostrar su imponente presencia, pero su debilidad era evidente. Las hienas, sin piedad, se acercaron mordisqueándolo y lo atacaron sin tregua. El león luchó con sus últimas fuerzas, pero no pudo evitar su destino.
Foto de ROMAN ODINTSOV
Moraleja: La Oportunidad de Ser Humildes
La vida es como una selva, donde todos enfrentamos distintas etapas y circunstancias. Así como el león, en nuestra juventud y plenitud, podemos sentirnos invencibles, pero el tiempo nos enseña que nada es eterno. La fortaleza y la posición dominante pueden ser efímeras.
La moraleja de esta fábula es que debemos ser conscientes de nuestras limitaciones y reconocer que, en algún momento, enfrentaremos dificultades y debilidades. La humildad es una virtud que nos permite aceptar que no siempre seremos los más fuertes, exitosos o poderosos.
Es esencial aprovechar nuestras oportunidades para cultivar valores positivos, como la generosidad, el respeto y la compasión. No sabemos qué nos depara el futuro, pero si sembramos buenas acciones, cosecharemos recompensas gratificantes.
En lugar de aferrarnos a una actitud arrogante y dominante, aprendamos a valorar y respetar a los demás, porque algún día también podríamos necesitar de su apoyo y comprensión. La humildad nos hace más fuertes emocionalmente y nos permite adaptarnos mejor a los cambios inevitables de la vida.