Nuestros abuelos siguen aquí

Nuestros abuelos no están lejos. No son una imagen borrosa, ni una historia olvidada. Están aquí, entre nosotros, aunque no los veamos. Se sienten en la tierra húmeda, en la madera antigua, en el viento que acaricia lento al final de la tarde. No se fueron. Solo cambiaron de forma. Y si sabemos escuchar, si bajamos un poco el volumen del mundo moderno, podemos oírlos otra vez. Sus voces no se han perdido. Siguen contando, susurrando en los silencios.

Ellos sabían lo que era tener raíces. Caminaban sin prisa, porque conocían el valor del paso firme. Los pies llenos de tierra, las manos llenas de historia, la mirada sin miedo. Sabían hablar con la naturaleza. No se trataba solo de sobrevivir, era otra cosa: estar en equilibrio. Cuando se sentaban a hablar, no solo contaban anécdotas, contaban vida. Cada palabra era enseñanza, cada silencio tenía intención. Eran sabiduría viva.

Y es por eso que Kiin Nha no es solo un proyecto, es un reencuentro. Cada uno de sus productos nace de la misma raíz que sostenía a nuestros abuelos: el respeto profundo por la tierra. Cuando sostienes una de sus piezas, no solo cargas un objeto, cargas historia. Ya sea una taza, un aceite, un matizador… todo fue pensado como un puente hacia ellos. Para que no se pierdan. Para que sigamos hablando con quienes aún nos caminan al lado.

Vienen a nuestra memoria en los aromas de lavanda, romero, o copal; en las texturas que recuerdan la cerámica antigua; en las frases que nos invitan a pausar. Kiin Nha trae ese lenguaje de regreso, uno que no necesita wifi para conectarnos. Porque la conexión más profunda es la que hacemos cuando volvemos al origen, cuando elegimos con conciencia, cuando nos rodeamos de cosas que sí tienen alma.

Nuestros abuelos sabían que no todo se decía con palabras. A veces bastaba una mirada, un gesto, o una pequeña ofrenda. Por eso, en Kiin Nha, cada objeto que cruza tus manos puede ser eso: una ofrenda pequeña, un recordatorio silencioso de que no estamos solos. Que venimos de algo más grande. Que no estamos inventando nada, solo estamos recordando cómo se vivía con sentido. Y desde ahí, sembrar algo nuevo.

En un mundo que intenta hacernos olvidar de dónde venimos, lo artesanal es una forma de resistencia. Cada producto de Kiin Nha nos devuelve la dignidad de lo hecho con intención. No se trata de modas ni de tendencias. Se trata de recordar que somos herederos de algo sagrado. Y que cada vez que elegimos algo con raíz, honramos a quienes caminaron antes que nosotros. Eso también es hacer memoria.

COLUMNISTA INVITADA (México)

Por: Esmeralda García Ibarra

Únete a nuestra comunidad y déjate sorprender por los tesoros que tenemos resguardados.
Instagram - Facebook

👉 RAICES ANCESTRALES